Entradas

Mostrando entradas de 2012

Clika

Chika -Ese, no crees que primero deberíamos pintar y luego atizar. Pateando el culo del balón de basquet que rebotaba en el muro de concreto, Joel, quien era el único que podía haber hablado, me miraba como se mira a un condenado a muerte que se mea en la silla, mientras yo encendía el maltrecho cigarro. Antes de decidirse a sentarse en el balón, miró hacia la reja de alambre que rodea la colonia desde hace ya varios meses, no vayamos a salirnos a partirles los cojones. -Deberíamos esperarlos, tu pinche vicio te va a tumbar y la clica no viene. - Qiubo loco, wacha las pintas y las sabanas que te venden, que sin mala hierba la pinta no sale, además de que nada peor podría pasarnos ya, hasta acá no entran.   La noche que fue nuestra ya no lo es. La clica ya no pasa tan fácil por los bulevares, como antes, pinches cheros, chingan como moscos, la pinta se hace, la hierba ya se esta quemando. Y la clica esta viniendo lenta y separada. La noche que fue nuestra ya no lo es. No

Sobre los Hombres y Mujeres de la Revolución Mexicana

Sobre los Hombres y Mujeres de la Revolución. Siempre me ha gustado esa etapa de nuestro país llamada Revolución Mexicana, sucedida hace cien años o hace cuatro o cinco generaciones. Durante los largos años que duró esta rebelión social, las amplias regiones del país eran tierra de nadie. La guerra por años era “la bola” o sea todos estaban hechos bolas, nadie sabía contra quién o de parte de qué estaban peleando. Los aliados dejaban de serlo rápidamente. En todos los ejércitos había gente del pueblo, en muchos casos eran niños y mujeres los que tenían un papel destacado en las batalla y la calma de la guerra. En algunos casos debido al carácter popular de los combatientes o en otros por las levas obligadas hubo capitanes y soldados de 15 años y capitanas y soldaderas   mujeres. En todos los bandos peleaba lo mejor y lo peor de nosotros, indígenas, mestizos o inmigrantes. El verdadero protagonista fue el pueblo, no los héroes o villanos con nombre de avenida o est

Atropos

ATROPOS Todo lo que vemos y viviios está sostenido por un número infinito de variables. La realidad tal como la vemos, tal como creemos que es, es una suma de fracciones que se equilibran unas con otras por un instante. Nuestra vida, nuestra realidad, nuestro universo, nuestra suerte.  Todo es solo una parte infinitesimal de un nanosegundo cósmico.  Es seguro por que nuestra ignorancia nos lo dice y nos lo repite para no volvernos locos.  Un numero entre la serie infinita, una parte de una banda de producción.  Si somos tan pequeños, ¿Por que pensamos que somos tan importantes?     Nadie nos dijo que éramos los elegidos y nadie nos dijo que seriamos eternos. No importa.  Nada es más valioso. Nada   importa más que uno mismo.  Y hoy, ni siquiera si el caos cayera dentro de tres segundos. Tres. Dos. Uno.  Aún si esto sucediera seguiríamos adaptándonos a cualquier situación.  No importa que situación.  eK

Los días de mala luz

Pimas Se dice en algunos pueblos del sur que en la noche de año Viejo se escucha en los breñales el cantar de los árboles, casi en el instante cuando se acerca el frío que precede al alba. Durante esa noche los viejos interpretan los rumores y los aleteos en las hojas para escribir en los rollos de hoja seca de penca lo que llaman los nemontemi, las bienaventuranzas del año que empieza, así como lo han hecho durante décadas, no sería exagerar decir que hace siglos.  En cada rollo se incluyen solo treinta días en una complicada numeración ajena a los calendarios actuales.    Los rollos de las bienaventuranzas son llevados a bendecir a la Iglesia de San Tomas de Colhuacan   en los días que llaman  Quiñuelas , estos son los primeros seis días a partir de la primera luna nueva de enero.  Cada una de esas seis mañanas el padre en turno agita su bola de oro empapada de agua bendita frente a los rollos, bajo la mirada seria de los habitantes de varios pueblos. Al final del s

En el pecado lleva el arrepentimiento

Decía Nietzsche que el arrepentimiento era el peor de los pecados pero dicen que nunca superó el haberse enamorado de su hermana. Kant sotenía que las acciones personales debían ser de tal manera que pudieran ser un ejemplo para todos, pero hay tantas clases de seres humanos que no se puede creer que lo que uno piensa que es positivo pudieran pensarlo todos.  Desde que el ser humano es capaz de  referirse a sí mismo con ese término las personas han actuado de maneras tan disímiles como vidas han vivido.  No es sencillo decir lo que es correcto y lo que no lo es, incluso hay momentos en que las circunstancias parecen ser determinantes para el actuar de una manera y no de otra. Han habido épocas sumergidas en la oscuridad de la ignorancia donde algunos hombres han actuado de manera sublime y épocas de  luz y progreso donde naciones enteras se han sumergido en la locura.  No es fácil ser juez del actuar de otros hombres cuando cada uno tiene suficientes conflictos con su pr
Este es el primer texto de varios que escribiré a lo largo de los proximos días; el tema será lo de menos y la exactitud también. La única intención es escribir y dar vida  a aquellos temas que naturalmente tienden a vivir en mi mente y piden salir.  EL HOY COMIENZA EN EL AYER Ayer es una palabra que usamos para tratar de definir el pasado, lo que ha quedado atrás en nuestras vidas y experiencias.  Tendemos a creer que el futuro está frente a nostros, esperandonos, dandonos la cara cómo si fuera el sol pero en la cosmovisión de los los indigenas de estas tierras, lo que tenemos frente a nosotros es nuestro pasado, para que lo examinemos una y otra vez, para evaluar nuestros aciertos y fallos; y es el  futuro lo que está a nuestras espaldas porque avanzamos a él sin sospechar lo que nos espera.  Pero los sabios de todas las tierras saben que el futuro es lo que construyamos hoy, así cómo nuestro presente lo construimos en inumerables ayeres. O por lo menos eso intent